Golpear y anunciarse (Knock-and-announce), en el derecho procesal penal, criminal, estadounidense es un antiguo principio del derecho común, incorporado en la Cuarta Enmienda, el que suele requerir a los agentes de policía anunciar su presencia y proveer a los residentes la oportunidad de abrir sus puertas antes de realizar un registro válido de la casa según la Cuarta Enmienda.
Actualmente la regla está codificada en el Código de Estados Unidos; Los registros según la Cuarta Enmienda llevados a cabo por el gobierno federal deben seguir esta regla. La mayoría de los estados tiene codificada la regla de forma similar en sus propios estatutos, y son libres de interpretar o argumentar la rgla y sus consecuencias de cualquier forma que se mantenga fiel al principio de la Cuarta Enmienda. La regla estatal de golpear y anunciarse debe llevarse a cabo por actores estatales con una orden de registro emitida, asumiendo que los actores federales no están envueltos en el registro.
La regla
En 1995, la Corte Suprema sentenció en el caso Wilson v. Arkansas que el golpear y anunciarse antes de ingresar es un factor que debe considerarse al revisar la constitucionalidad del registro según la Cuarta Enmienda. Tras varios intentos estatales de excluir categorías específicas (como por ejemplo en los crímenes de drogas) la regla de golpear y anunciarse basados en algunos vacíos, la Corte Suprema en Richards v. Wisconsin prohibió la práctica, y demandó el regreso de revisar los escenarios caso a caso. La Corte de Richards sugirió que el regla golpear y anunciarse puede obviarse solo bajo ciertas circunstancias, por ejemplo cuando en la práctica hay una duda razonable de sospecha que exige pasarla por alto. La Corte dice en su sentencia Wilson que estas circunstancias pueden incluir:
* Circunstancias en que se presencia una amenaza física violenta
* Cuando hay "una razón para crear que evidencias podrán ser destruidas si se ocupa la regla"
* Golpear y anunciarse sería peligroso o "fatal"
* Sin embargo, la Corte expresamente estipula que si existe o no una sospecha razonable no depende en si la policía debe destruir propiedad privada para ingresar.
De forma similar, cuando los oficiales razonablemente creen que existen circunstancias especiales, como el que destruirán evidencia o peligro inminente, se puede otorgar una orden judicial de "no-golpear". Sin embargo, a pesar del conocimiento de la policía de que estas exigencias futuras podrían existir, generalmente no se les requiere pedir una orden de "no-golpear"; en este caso, la policía debe tener una creencia razonable objetiva, al momento de emitirse la orden, de tque tales factores en realidad existen.
La Corte Suprema ha dado algunas guías sobre hasta cuando tiempo deben esperar los oficiales después de golpear y anunciarse antes de realizar el ingreso. En U.S. v. Banks, la Corte Suprema encontró que 15 o 20 segundos era un tiempo razonable para que los oficiales esperen, y si no reciben una respuesta, y los oficiales creen que se puede destruir evidencia de drogas, las cuales son el objetivo de la orden de registro. Como la mayoría de las cosas que aparecen en el área de la Cuarta Enmienda, la Corte dejó el tema de la razonabilidad del periodo de tiempo para ser determinado en base al total de las circunstancias; y kas cortes federales inferiores han encontrado incluso que ha sido razonable el esperar menos tiempo. Algunos factores diferentes han sido propuestos por estas cortes inferiores para guiar el analizar lo razonable del periodo de espera. Algunos ejemplos:
* el tamaño, diseño y contorno de la premisa
* la hora del día en que se ejecuta la orden
* la naturaleza de la ofensa del sospechoso (en particular, ¿hay evidencia fácil de destruir? ¿es peligroso el sospechoso?)
* la evidencia demuestra la culpabilidad.
Cortes federales también han reconocido que el consentimiento puede vitalizar parte o toda la regla. Por ejemplo, cuando los oficiales golpean, pero antes de anunciarse son invitados a pasar, no necesitan anunciarse.
Efectos de la regla
En Hudson v. Michigan (2006), la Corte Suprema dictaminó que una violación d ela regla golpear y anunciarse no determina la supresión de evidencia utilizando la regla de exclusión. Esto se debe principalmente a que el objetivo de la regla tiene a ser menor que otros requisitos (como la necesidad de una orden de registro) de un registro valido según la Cuarta Enmienda: mientras la última es para proteger una expectativa razonable de privacidad para el cuerpo de la persona, sus documentos, papeles y efectos (entre otras cosas), la regla de golpear y anunciarse está diseñada para proveer un breve momento de privacidad a la persona para arreglarse antes de que ocurra el registro, para prevenir a un individuo de creer equivocadamente que la policía es un intruso común y ponerlos en peligro, y prevenir el daño a la propiedad por una entrada forzosa. Debido a que la policía que tiene una causa probable y una orden de registro válida ya tiene el derecho de ingresar y registrar, la violación de la simple regla de golpear y anunciar no es considerada de tal gravedad en el área federal o en la mayoría de los estados para justificar la supresión de la evidencia.
La mayoría de los estados han compuesto sus propios estatutos que requieren golpear y anunciarse antes de ingresar con una orden. Debido a que los estados son libres para ofrecer mayor liberalidad a los sospechosos acusados que lo que la constitución federal demanda, los estados permanecen libres para imponer la regla de exclusión por violar la regla de golpear y anunciar si es que así lo desean. La Corte Suprema en su sentencia en Hudson es obligatoriamente vinculante para aquellos registros llevados a cabo por el gobierno federal.
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